lunes, 31 de marzo de 2008

lunes, 24 de marzo de 2008

Reflexión n° 8. Temas de la semana 9

Teorías o modelos de adquisición de una L2

(Theories of second language acqusition)

El esfuerzo de Brown (2000), Cook (1996) y Lightbown y Spada (2006) de dar a conocer cómo se adquiere segunda lengua (L2) es muy interesante. Las teorías cognitivistas y socioculturales que utilizaron para respaldar sus diferentes análisis vinculados con la adquisición de L2 son excelentes a mi juicio. Realmente no sabía que el aprendizaje de L2 se estudiaba desde las mismas teorías que sustentan la adquisición de una lengua materna (L1). Puedo entender que la gramática universal es la que rige a todos los idiomas de las diferentes culturas, pero que también se utilice para explicar la adquisición de L2 me resulta muy curioso.

Parto de lo más obvio: los estudiantes no aprenden la L2, no creo que aprenden de igual forma que adquieren L1. Los factores que influyen en el aprendizaje de L2 son muy diferentes, desde mi punto de vista. Los contextos, las estrategias, los métodos, entre otros, que se utilizan para el desarrollo de ambos aprendizajes no me parecen tan comparables. Los estudiantes de L2, según mi experiencia, no la adquieren de manera tan fácil como L2, menos cuando los estudiantes han pasado por el período crítico de adquisición de cualquier idioma. Aunque los estudiantes que he tenido la oportunidad de conocer tienen muchas limitantes, considero que las dos lenguas se producen de manera semejante cuando ambas pasan por un proceso cognitivo que requiere del esfuerzo mental de la persona que está aprendiendo principios y parámetros que rigen ambos idiomas. Al mismo tiempo, estoy consciente de que el inlgés y el español son un poco similares en ciertos aspectos.

Durante el aprendizaje de L2, al contrario del aprendizaje de L1, exiten factores que me permiten creer que los estudiantes de inglés no procesan L2 igual que L1. Por ejemplo, los estudiantes deberían tener un refuerzo del conocimiento de este idioma por lo menos en el hogar. Pienso que es posible en un futuro, tal vez a largo plazo, que el inglés sea un idioma hablado por todos en nuestro país. Así podría considerar que ambos idiomas se adquieren de igual forma, pero que debido a ciertos aspectos éste se ve limitado.

Estoy de acuerdo con Cook cuando menciona que una L1 se adquiere y que una L2 se aprende a través de ciertos métodos, estilos, estrategias, etc. Me agrada mucho saber que existen teorías que explican la adquisición de L2, porque me permite saber qué es lo que sucede en la mente de los estudiantes cuando están aprendiendo. Considero muy acertado el modelo de procesamiento de L2, porque en mi opinión, y con base en estos autores, se adquiere el conocimiento de L1 y se aprende el conocimiento de L2, dependiendo de ciertos casos de excepción. Bien sea por necesidad, preferencia o aspiranciones personales, una persona aprende L2, pero el proceso de L1 en la mente de las personas es espontaneo, libre, creativo. Creo que los casos donde existen traumas no son tan representativos como en la adquisición de L2. Por ejemplo, mi sobrino (Oliver) tiene un año de edad, él no va al colegio todavía y esto no lo ha limitado para la adquisición de su L1. Sin embargo, si se desea que él aprenda inglés como L2 tendrá que recibir conocimiento académico, porque sus padres no hablan este idioma.

En otro orden de ideas, existe para mí un término interesante y determinante en todo proceso de aprendizaje o adquisición de L2: la consciencia. Mediante la consciencia, una persona que está inmersa en cualquier proceso de aprendizaje se puede dar cuenta cuándo está obteniendo el éxito o el fracaso de su aprendizaje, porque está comprendiendo lo que debe hacer para que L2 esté correctamente expresada de forma oral y escrita. Que los estudiantes estén conscientes de las reglas de L1 es para mí importante, porque ambos idiomas están vinculados en ciertos aspectos gramaticales.

En mis clases siempre les doy estructuras para que sepan cómo crear una oración, y para ello siempre me voy a L1 y pregunto: “¿ustedes conocen los elementos de una oración?” Este conocimiento gramatical para mis clases es fundamental, porque a partir de allí ellos pueden crear una oración con la misma estructura, pero en inglés.

Las teorías son muy explicativas, realistas y me permiten tener conciencia de lo que subyace en la mente de cada uno de mis estudiantes cuando adquieren una L2. Pero considero que el verdadero problema de aprender o adquirir una L2 estriba en que no existen las condiciones necesarias para que este idioma esté involucrado con el individuo de nuestra sociedad de manera tal que este proceso de aprendizaje sea más efectivo en cualquier contexto.

Referencias
Brown, H. Douglas (2000). Principles of language learning and teaching. (4° edicion). White Plains, NY: Addison Wesley Longman.

Cook, Vivian (1996). Second language learning and teaching. Londres: Edward Arnold.

Lightbown, Patsy M. y Spada, Nina (2006). How languages are learned. Oxford: Oxford University Press.



Reflexión n° 7. Temas de la semana 11.

Estilos de aprendizaje y de enseñanza de una L2

(Second language learning and language teaching styles)

Son numerosas las propuestas realizadas por investigadores que buscan los mejores estilos de aprendizaje y de enseñanza de segundas lenguas (L2). Pareciera que identificar esto tan sucseptible, importante y trascendente es sencillo, pero a mi entender es un aspecto muy complejo para los investigadores. Cook (1996) y Lightbown y Spada (2006) nos muestran un abanico lleno de estilos que pueden servir de herramienta para un docente durante la enseñanza de una L2. En mi experiencia profesional he utilizado en diferentes niveles educativos varios enfoques: académico, udiolingual, comunicativo. De todos tengo recuerdos gratos e hilarantes, y otros muy desalentdores. Recuerdo una oportunidad en la que pedí a unos estudiantes de 5° año de bachillerato, a mi cargo en ese momento, realizar una dramatización donde se preguntaran y respondieran acerca de las direcciones de la localidad donde vivían. Estuvo muy divertida, porque la forma como ellos se expresaban oralmente demostraba el esfuerzo por hablar como un nativo, sus deseas de aprender, la perdida de inhibición, la creatividad, etc. Por supuesto, algunos de ellos presentaron errores, interferencias o trasferencias de su lenguag materna (L1); otros, por el contrario, se desenvolvieron muy bien. Pienso que todos los estudiantes en su momento, y dependiendo de las ofertas de actividades, se sentirán bien y muy dispuestos a dar lo mejor de sí.

Hoy día, es para mí casi imposible trabajar con este tipo de actividades, debido a mi tiempo de clase es muy limitado. Esto me ha obligado a poner en práctica el estilo académico, cuyas actividades se caracterizan por ser poco orales y de mucha lectura. Hago énfasis en la lectura por ser una excelente manera de hacer conciencia al estudiante de la importancia que posee la escritura. Algunos de mis estudiantes no escriben con letra legible, ni siquiera de manera lógica. Si a esto agregamos un idioma extranjero, la misión se torna cuesta arriba.

Actualmente estoy con estudiantes de 1° año de bachillerato. Estos estudiantes tienen la desventaja de no tener un backgroung del inglés; en consecuencia, el enfoque audiolingual es el que utilizo para enseñar inglés. Sin enbargo, los diálogos que les presento son cortos y siempre estoy controlando la clase para que no se salga de control. Al mencionar esto me pregunto: ¿por qué ninguno de los autores consultados por Cook (19966) y Lightbown y Spada (2006) pensaron en la edad como uno de los factores fundamentales en la propuesta de cada uno de los estilos? Para mí la edad es fundamental, no en cuanto a la adquisición de L2, sino porque de alguna manera, en los primeros niveles de educación, los estudiantes deben ser a mi juicio ser controlados en cuanto a disciplina durante el aprendizaje de L2. Por ejemplo, si yo permito que los estudiantes tomen la iniciativa de hacer actividades sin mi supervición, me encontraría en una situación fuera de control. Las actividades orales como chaining drill, en cierta ocación, fue motivo, de burla entre ellos, o bien porque alquien no se atrevía a hablar, o bien porque el compañero pronunciaba incorrectamente las palabras.

En líneas generales, todos los estilos lo he utilizado y me han resultado, sobre todo con los estudiantes que están en los últimos niveles educativos.

Pero no todo se queda en los estilos. Considero que lo que mencionan Lightbown y Spada es muy cierto: enseñar lo que es comprensible y pueda llevar al éxito de la adquisición de L2. Siempre busco actividades que permitan el desarrollo del inglés desde lo más básico hasta lo más complejo y lo que se adapte al salón de clases. Al final de cualquiera de estas actividades siempre trato de corregirlos cuando se trata de errores que de manera general y reiterativa se manifiestan.

Todo lo anteriormente mencionado me lleva a preguntarme: ¿será que los estudiantes no comparten el mismo interés que llevo yo como docente por el inglés? Gracias a muchos de mis estudiantes he comprobado que no sólo el enfoque de enseñanza es lo que cuenta para ellos, sino sus motivaciones y mi manera de explicar. El éxito de ellos siempre lo veo compartido conmigo, porque sus demostraciones de adquisición del idioma que imparto, en la mayoría de los casos, constatan que mi manera de enseñar es significativa para ellos.


Referencias
Cook, Vivian (1996). Second language learning and teaching. Londres: Edward Arnold.

Lightbown, Patsy M. y Spada, Nina (2006). How languages are learned. Oxford: Oxford University Press.


reflexion Nº 6

Reflexión n° 6. Temas de la semana 10.

Enseñanza comunicativa de la L2 (CLT)

(Observing Learning teaching in the second language classroom)

¿Cuál es el mejor lugar para aprender una segunda lengua (L2)? Podría considerar la posibilidad de que a partir de esta inquietud Cook (1996) y Lightbown y Spada (2006) han desarrollado los capítulos 5 y 6. Me parece que ambos tienen el mismo fin, dejar claro que el aprendizaje de L2 se da mucho mejor cuando existe la interacción entre una persona nativa y el aprendiz. Estos capítulos me llevan a recordar que en todos los ambientes académicos a los que he tenido oportunidad de estudiar o trabajar ha habido intercambios estudiantiles.

Al respecto, siempre quise tener la experiencia de ser parte de uno de ellos. El hecho de vivir en un país donde se hable la L2 que se está aprendiendo es quizá uno de los factores fundamentales para aprender exitosamente una L2. Siempre que digo: “soy profesora de inglés”, la mayoría de las personas siempre pregunta: “¿a cuál país de habla inglesa has ido?” Creo que tener la experiencia de compartir con una persona nativa del inglés y estar en su país, no sólo representa una de mis metas, sino la de cada aprendiz de inlgés como L2. De hecho relaciono todo lo anterior al momento en que les pregunto a mis estudiantes: “¿por qué creen ustedes que el inglés es importante?” Una cantidad bien representativa de estudiantes siempre responde que no va a viajar; otros, por el contrario, sí manifiestan el deseo de viajar o tener amigos anglófonos en el extranjaero.

Siempre hace falta un ambiente académico donde se construya la base del conocimiento de L2, pero si éste está ubicado en el país donde se habla este idioma, la experiencia será incomparable para cualquier aprendiz. Por ejemplo, en mi caso imparto inglés en un aula de clase con treinta y cinco adolescentes durante una hora de cuarenta y cinco minutos. Si nos imaginamos la experiencia en los dos contextos, encontraremos una gran brecha. Por todo esto, y por mucho más, ahora y siempre he considerado que todos los estudiantes de cualquier L2 deberian tener la experiencia de compartir con nativos de habla inglesa. ¿Por qué? Porque cuando cualquier aprendiz de inglés comparte con un nativo sentirá la necesidad de desemvolverse, integrase y participar de forma activa en esta sociedad, garantizando así un conocimiento básico de L2.

Una de las diferencias que siempre se hace mención en cualquier lugar donde se imparte una L2, en la mayoría de las veces, es la de los aprendices que tienen un alto nivel del inglés. Por supuesto, estos estudiantes son los que han podido disfrutar de campamentos, estudios y viajes en países donde han estado en contacto con una L2. En la actualidad, pienso que pretender tener un aprendiz de inglés que sea completamente bueno en las cuatro destrezas necesarias en la adquisición de L2 es cada día más preocupante y atrevido debido a nuestras condiciones culturales y sociopolíticas del país. Finalmente, pienso que en el momento en que se cambie el paradigma de ver el inglés como una materia más dentro del currículum académico y se entienda que es una herramienta que permite la integración más significativa y participativa en esta sociedad tan multicultural.


Cook, Vivian (1996). Second language learning and teaching. Londres: Edward Arnold.

Lightbown, Patsy M. y Spada, Nina (2006). How languages are learned. Oxford: Oxford University Press.

lunes, 10 de marzo de 2008

Reflexiòn nº5. Semana 8

Influencia interlingüística y el aprendiz de la lengua
(Cross- linguistic influence and learner language)

Revisando y reflexionando sobre el capítulo ocho de Brown (2000), me parece que en esta oportunidad este autor astá interesado por el proceso de aprendizaje de una segunda lengua (L2). Brown expone los diferentes puntos de vista de ciertos autores para aclarar lo que son las equivocaciones (mistakes) y los errores (errors). Esto es, en mi opinión, uno de los aspectos que preocupa a los docentes en todo nivel educativo cuando se imparte una L2. Estas equivocaciones y errores se ven reflejados como efectos que tiene la lengua materna (L1) en la adquisición de una L2.
En reiteradas oportunidades he observado en muchos estudiantes la interferencia o influencia de la L1 cuando se quiere expresar en la L2. Brown, en consideración a estas interferencias, y otros aspectos no menos importante, desarrolla este capítulo que sirve de herramienta para cualquier docente que desee en cuanto al análisis de errores se refiere. Debo reconocer que este autor me sorprende en cada capítulo. En mi conocimiento académico no existía la diferencia entre estas dos palabras vinculadas a la enseñanza de una L2. La interferencia o influencia de L1 se manifiesta a través del intralengua e interlengua de un estudiante durante el aprendizaje de una L2. Ambos términos fueron bien definidos al dar a conocer por qué los estudiantes presentan esta situación y qué acción puede ser tomar al momento de que ocurra. Las equivocaciones y errores que los estudiantes comenten casi a diario durante las clases de inlgés, en mi caso, son punto de reflexión para mí.
Brown explica otro aspecto dentro del análisis de errores: la variación de ciertas formas lingüísticas, es decir, modo cómo habla y escribe un estudiante una L2, lo cual está vinculado al desarrollo de la interlengua. Saber que la variación que se presenta en los estudiantes depende del contexto lingüístico, los fatores de desarrollo psicológico, la función del lenguaje, el contexto social−y dentro de éste el contexto escolar−, me agrada y me permite comprender más cada día el proceso de desarrollo de una L2. Me resulta ameno este capítulo, porque Brown demuestra interés, según mi percepción, por el contexto donde se desarrolla en aprendizaje, debido a que en mi caso éste es uno de los detalles que dificulta mi ejercicio docente y el aprendizaje significativo de mis estudiantes.
Brown relaciona la variación con la fosilización, término que utiliza Vigil y Oller (en Brown, 2000) para referirse a las retroalimentaciones (feedback) positivas, neutrales y negativas que le da un facilitador a un estudiante. Al respecto, siempre he pensado que es muy determinante y hasta trascendente para un estudiante cuando un docente cree que el feedback es sinónimo de humillación y de alguna otra acción negativa. Saber que el conocimiento de un L1, más que afectar, influye de manera inconciente, en ciertos casos, a los estudiantes en su proceso de aprendizaje de una L2. Todo esto me permite preguntarme: ¿qué tan normal es para un estudiante de una L2 utilizar palabras, en repetidas ocasiones, de una L1? Hemos conocido a través de estas lecturas que el aprendizaje que una lengua extranjera se considera como adquirida cuando existe en el vocabulario de un estudiante de L2 300 palabras como mínimo. Entonces me pregunto: ¿existe una verdadera adquisición de una L2 cuando el vocabulario de un estudiante contiene 300 palabras y aun éste presenta en repetidas ocaciones las interferencias de una L1?
Otro aporte muy importante a este tema está representado por Lightbown y Spada (2006). Estos autores convergen en los los siguientes aspectos: el análisis contrastivo, el análisis de los errores, la interlengua y su fosilización.Considero que todos los esfuerzos por demostrar cuándo y cómo se producen los errores de los estudiantes durante el proceso de aprendizaje de una L2 están bien sustentados cuándo observamos a los aprendices en su producción oral y escrita de una L2. A partir de todas estas explicaciones podré estar más consciente de lo que implica para un estudiante aprender una L2 y como ser un instrumento que permite el logro satisfactorio del mismo en la medida en que los factores sociopolíticos y las características personales de los estudiantes lo permitan.
Referencias:
Brown, H. Douglas (2000). Principles of language learning and teaching. Fourth edition. White Plains, N.Y: Addison Wesley Longman.

Cook, Vivian (1996). Second language learning and teaching. London, UK: Edward Arnold.

Lightbown, Patsy M. and Spada, Nina (2006). How languages are learned. Oxford, UK: Oxford University Press.

reflexiòn nº4

Factores socioculturales en el aprendizaje de segunda
lengua
(Sociocultural factors)

En esta oportunidad, Brown (2000) y Cook (1996) nos permiten comprender la influencia que tiene la sociedad en un estudiante durante el aprendizaje de una segunda lengua (L2). La sociedad en general y las percepciones que de alguna u otra forma nos hemos formado o imaginado de ciertas culturas nos pueden alejar o acercar a cualquiera de éstas. Para Brown, la cultura, los estereotipos y las actitudes hacia otros idiomas están a merced de los diferentes puntos de vista que utilizamos para juzgar una cultura a través del compartir en ciertos monentos con personas provenientes de un país. Esto me permite recordar que en la mayoría de las veces, cuando hay un estudiante en la clase que pertenece a otra cultura, sus compañeros lo estereotipan de acuerdo con la percepción que tienen de esa cultura. Según Brown, “la cultura establece para cada persona un contexto cognitivo y de conducta afectiva…” pp.177. Esta firmación me parece muy acertada, porque indudablemente la persona siempre debería sentirse identicadada con su cultura y con el idioma que está adquiriendo para que así su proceso sea mucho más satisfactorio. Esta identificación positiva o negativa, si así se puede denominar, se verá reflejada en su conducta afectiva durante el aprendizaje de una L2. Los estudiantes, cuando tienen una actitud positiva hacia el idioma que desean aprender, el inglés en este caso, se sienten bien, les gusta las cosas que provienen de esa cultura como la música, la ropa, ect. Hasta cierto punto, esto debería ser efectivo. Lo contrario sucede con los estudiantes, cuya actitud es negativa, o presentan lo que Lambert (en Brwon, 2000) denomina como anomia. En este caso, ellos niegan querer comprender el idioma extranjero−nos les gusta−. Considero que una de las razones es porque dejaron de tener una motivación positiva hacia el aprendizaje de este nuevo idioma. En consecuencia, se produce cierto rechazo o insatisfacción hacia la L2.
Uno de los aspectos que más llamó mi atención es que Brown en su capítulo menciona el lenguaje y los factores políticos que influyen en la adquisición un idioma extranjero. La sociedad en su relación estrecha con la política permite que un idioma se realce hasta cierto punto sobre la lengua materna de una sociedad en el aspecto económico. Para nadie es un secreto que el inglés, pese a los gustos y preferencias individuales de cada persona en cualquier cultura, se ha convertido en la lengua de mayor uso internacional. Entonces, el inglés en nuestra cultura debería ser visto como una herramienta de participación e integración activa dentro de esta sociedad donde se quiere un individuo integral. En mi opinión, uno de los factores que limita a mis estudiantes de bachillerato es el no poseer un backgroung del inglés. Más aún cuando el español tiene la ventajosa característica de tener cercanía lingüística con ese idioma. Los estudiantes, en la mayoría de las oportunidades, asocian las palabras del inglés es idioma materno, español en este caso, a pesar de que algunas de éstas no signifiquen lo mismo en ambos idiomas. El inglés, tal como lo afirma Brown, debe ser considerado como medio educativo y de progreso intelectual, económico y social del individuo. Tener derecho a cursar inglés en las primeras etapas del proceso de aprendizaje académico sería un factor completamente significativo y positivo para todos los ciudadanos del país, más allá de sus futuras aspiraciones personales y académicas.
Cook, por su parte, nos explica las diferentes razones sociales que influyen de manera significativa en la actitud positiva del aprendizaje de una L2. Para esto, Cook menciona la educación de alto nivel, es decir, el acceso a carreras que requieren del conocimiento de una lengua extranjera, el inglés en la mayoría de los casos, los viajes, la religión, entre otros. Los alumnos, en su mayoría, cuando les pregunto por qué les gusta el inlgés, me expresan diferentes aspectos, siendo los más reiterativos el deseo de viajar, tener amigos el extranjero, los juegos de video. Sus aspiraciones personales y académicas están vinculadas con estos aspectos que menciona Cook. Considero, hasta cierto punto, que el éxito de las estrategias de aprendizaje que los docentes empleamos dependen de las motivaciones u objetivos personales de cada estudiante.
Haber leído estos dos interesantes capítulos (capítulo 7 de cada autor) me hizo revivir mi anhelado deseo de ver el inglés desde un punto de vista diferente al que se ha tenido siempre. Al mismo tiempo, quisiera que se implementara el inglés en las primeras etapas de aprendizaje académico en las instituciones públicas.
Referencias
Brown, H. Douglas (2000). Principles of language learning and teaching. (4° edicion). White Plains, NY: Addison Wesley Longman.

Cook, Vivian (1996). Second language learning and teaching. Londres: Edward Arnold.

Lightbown, Patsy M. y Spada, Nina (2006). How languages are learned. Oxford: Oxford University Press.

martes, 4 de marzo de 2008

Reflexiones de la semana seis.

Reflexiones III
Factores personales en el aprendizaje.
(Personality factors)

El ser humano es tan maravilloso como único en cada una de sus características. La influencia de estas particularidades en cada individuo se puede comprender cuando se investiga la adquisición una segunda lengua (L2), los factores que influyen durante este proceso o las razones por las cuales algunos estudiantes alcanzan el éxito de la adquisición de una L2 con más rapidez que otros. Si queremos saber las explicaciones a estos tópicos, acerca de estas respuestas, los invito a leer a Brown (2000), Cook (1996) y Lightbown y Spada (2006). Sus trabajos citan a investigadores, cuya particular manera de evaluar al individuo en este proceso son, en mi opinión, impresionantes, brillantes y muy claros.
Brown (2000) explica términos que califican las características del ser humano, como la autoestima, la inhibición, la ansiedad, la empatía y, por supuesto, la motivación, entre otros. Leer y comprender de qué se trata cada uno de éstos permite dar cuenta de lo que realmente sucede con nuestros estudiantes en su proceso de adquisición de una L2. Para Brown, la autoestima que posee cada estudiante permite un positivo desenvolvimiento durante las clases de una L2. Todos los estudiantes en algún momento de su proceso comenten “errores”, pero saber que esto puede ser normal, hasta cierto punto, le permite continuar con el empeño y dedicación para la adquisición de una L2. Es importante mencionar que esta autoestima puede ser en ciertos casos negativa. En este caso, el no tener autoestima y ser corregido con humillaciones, entre otras acciones, por un docente que no comprende a su estudiante, puede causar la inhibición.
Considero que la inhibición, desde dos puntos de vistas y a grandes rasgos, se puede vincular con la incomprensión, la apatía, entre otros rasgos negativos. Por otro lado, este término pudiera representar a un estudiante muy analítico que espera tener la certeza y seguridad de que él o ella puede expresar, en el momento deseado, lo correcto. Juzgar a un estudiante por sus características personales no siempre nos permite valorar el deseo de adquirir una L2 con la ayuda de su docente. De igual forma, incluyo la ansiedad, que me parece es una debilidad que se manifiesta de manera incontrolable para muchos en ciertas ocasiones. Este sentimiento no permite que la expresión oral o escrita de un individuo en cualquier situación se desarrolle a plenitud. Los términos que, a mi juicio, son muy influyentes en la adquisición de una L2 dentro de cualquier contexto son la empatía y la motivación. “Ponerse en los zapatos de otros” requiere de mucha empatía de docente-estudiante y viceversa. Todos los docentes deberíamos tomar muy en serio este famoso cliché. Así, podremos comprender casi todas las situaciones que se presentan durante la adquisición de una L2 y ayudar de manera incondicional a los estudiantes en este proceso. Ahora bien, pienso que la motivación es uno de los factores que marca la diferencia entre un aprendizaje significativo y uno traumático. El logro de una meta se ve alcanzado a través de la motivación que un individuo coloca a cualquier actividad que desee concluir en buen satisfactoriamente.
Por su parte, me parece que Cook (1996) tiene el mismo interés que Brown (2006) por las características de la personalidad, pero al mismo tiempo nos involucra con el hecho de enseñar una L2. Cook, en este mismo año, cita a O’Malley y Chamot (1990), quienes aseguran que existen tres tipos de estrategias de aprendizaje: las metacognitivas, las cognitivas y las sociales. Todas éstas están relacionadas con la planificación que debería tener un estudiante durante su proceso de aprendizaje. Saber de que tratan cada una de estas estrategias me otorga una excelente herramienta de trabajo que pudiera ser discutida con los estudiantes con la finalidad de conocer los siguientes aspectos: ¿quiénes utilizan alguna de estas estrategias? ¿Esto es uno de los factores que influye en el éxito de la adquisición de una L2? Cook asegura que los estudiantes son los únicos quienes finalmente deciden cuál estrategia de aprendizaje les puede ser más útil. Por supuesto, los docentes deberíamos facilitar estrategias de aprendizaje propias para la adquisición de una L2 dependiendo de las necesidades y habilidades de nuestros estudiantes.
Otro aspecto muy relevante es la edad como principal factor influyente en la adquisición de una L2. Como docente, he podido observar en distintas oportunidades que los niños aprenden más rápido una L2. Como estudiante, he podido conocer a través de los diferentes autores que la mejor etapa para aprender una L2 es la niñez. Al respecto, Cook (2006) hace mención a ciertas investigaciones donde los niños son mejores que los adultos en cuanto a la pronunciación de una L2. Este autor también asegura que los niños, a pesar de que comienzan más tarde que los adultos sus actividades, al final logran mejores resultados. Sin embargo, Cook aclara que la edad no es una limitante durante la adquisición de una L2. Uno de los mejores ejemplos al respecto es el famoso escritor Joseph Conrad, quien a los veinte años inició el aprendizaje de un tercer idioma extranjero, el inglés, y logró ser uno de los mejores escritores de esta lengua. Este caso me permite preguntarme ¿Joseph Conrad puede en realidad ser tomado como punto de partida para decir que la edad no es tan importante en el aprendizaje de una L2?
Mi creencia en cuanto a la edad la encuentro sustentada en las consideraciones de Lightbown y Spada (2006). Ellos consideran que los niños son quienes pueden alcanzar de manera significativa la adquisición de una L2. En otro aspecto, me agrada leer que estos dos autores afirman que los individuos tienen diferencias de personalidad inherentes a ellos, y que esto en la mayoría de los casos marca el éxito o el fracaso de un estudiante durante su proceso de aprendizaje de una L2. Lightbown y Spada mencionan la inteligencia, la personalidad, la motivación y, lo más importante, el período crítico, entre otros aspectos, como ayudante en la adquisición de una L2. Para avalar la importancia del período crítico, Lightbown y Spada citan a Patkowski (1980), quien propuso la hipótesis de que la mejor etapa de aprendizaje es antes de los quince años. Esta hipótesis fue comprobada y aceptada después de haber hecho una cuidadosa evaluación de factores que intervienen en el aprendizaje de una L2. Mi experiencia en las diferentes etapas de educación me permite apoyar aún más su hipótesis. Lightbown y Spada se pueden ver estrechamente vinculados con Brown (2000) y Cook (1996) al aclarar que las diferentes variables representadas por las características personales de cada individuo son finalmente los factores que determinaran el éxito y el fracaso en el intento de una adquisición de L2.
Referencias:
Brown, H. Douglas (2000). Principles of Language Learning and Teaching. (4º edition). White
Plains, NY: Addison Wesley Longman.

Cook, Vivian (1996). Second Language Learning and Teaching. Londres: Edward Arnold.

Lightbown, Patsy M. y Spada, Nina (2006). How Languages are Learned. Oxford: University
Press.